miércoles, 3 de abril de 2019

El grupo que diseña el mapa de Galápolis empezó realizando una intensa búsqueda y análisis de mapas imaginarios en Internet para inspirarse (entre ellos, el de El señor de los anillos y el de Fornite). Y, con la lección aprendida, empezó a decidir y calcular, a corregir y rectificar, y a medir y trabajar como jabatos para ampliar diseños proporcionalmente. Pieza a pieza (con infinita paciencia) fueron conformando un gran mapa-puzzle de 2 x 1,3 metros. ¡Solo nos queda montarlo!   


Además, estamos terminando la maqueta que hará que nuestro país sea mucho más fácil de percibir, pero esto preferimos reservarlo para el día de la exposición.

Ensayando para la representación final: Besos para la Bella Durmiente

Desde unas semanas, el grupo 9 y 10, Compañía Galápolis 3.0, están dándole duro para poder estar a punto para el día final de Proyectos. Un esfuerzo que partía de la falta de técnicas dramáticas, unida a la vergüenza de la representación, pero superados por las ganas de aprender y superarse, condimentado con un tema tradicional (el del cuento popular de la Bella durmiente), la melodía del verso y la variedad de escenas cómicas, amorosas, bélicas... Pero, basta ya, no queremos desvelar más de esta obra pues es teatro y, como tal, este debe ser dirigido desde la representación ante un público.

Dejamos unas imágenes que dan cuenta del esfuerzo de nestros chicos por hacerse con la obra y actualizarla a su forma de ser y actuar.




La historia viene enmarcada por el propio escritor, que ha adaptado la obra, J. L. Alonso de Santos:

           <<Había una vez, en un país muy lejano,
            unos señores Reyes, siempre muy apenados,
            pues no tenían niños que mecer en sus brazos,
            ni niñas chiquititas a las que poner lazos. 

            Llamaron a los magos y a grandes hechiceros,
            a astrónomos, a curas y a expertos milagreros
            que hicieron devociones que de nada sirvieron,
            y por más que esperaron, ningún hijo tuvieron>>.